Si bien la salud emocional, relacional y mental afecta a todos los seres humanos, las personas de comunidades históricamente desfavorecidas a menudo enfrentan desafíos adicionales y barreras sistémicas (como el estigma o la falta de recursos adecuados). Es un alivio poder encontrar a alguien que entienda diferentes realidades y que adapte su práctica, ya sea con acompañamiento individual, con talleres que tengan en cuenta diversas necesidades o con conferencias participativas.

 

Tengo una sensibilidad particular hacia las personas de diferentes orígenes sociales, étnicos, culturales, diversidad sexual y/o en personas en movimiento.